Pravda
- cronicasninipodcas
- 17 sept 2015
- 2 Min. de lectura
Una introducción
Nunca serán suficientes espacios o temas para tocar en Internet, acá nos fuimos por uno que adquiere extremo interés a la hora de ponerle números, a nadie le resulta cómodo decir que más de 7 millones de jóvenes ni estudian, ni trabajan. ¡Son 700,000 Estadios Azteca llenos, o 10 veces el total de visitantes en Brasil durante el Mundial!

Es un mar de posibilidades que están a la deriva, 7 millones de valientes que no buscan ni pena, ni gloria en la vida; #Pravda vía #CrónicasNINI busca respuestas a las grandes incógnitas.
¿Qué va a pasar y por qué nos pasa esto?
Como si fuera grupo de autoayuda quiero empezar de la siguiente manera:
Soy Bob, fui #NINI y creo que habrá que eliminar el factor suerte a la hora de decidir quién sigue consumiendo cajas de cereal y quien puede estudiar.
Ni los pelan, ni los quieren
A nuestro país le sobran problemas, sin contar las trabas que siempre ha tenido México, solo en los último meses los escándalos se cuentan de a kilo; túneles, casas, periodistas asesinados, periodistas despedidos, 43, dólares y lo que se sume en la semana. En los campos de la política y de la economía parece que es un todos contra todos; unos preocupados por quedar bien con el presidente y otros por hacer esfuerzos para el 2018.
En este mar de preocupaciones la gente tiende a ver para su parcela, poco interesan los temas de la agenda política; la gente quiere saber si le alcanza el dinero para terminar la quincena.
La banda es orgullosa y rara vez admitirá el problema, pero esta acción de autoprotección ante la humillación genera una búsqueda de respuestas fáciles.

Cuando empieza a ser genérico el problema de la humillación ante fuentes externas; ya sea el jefe, la caída del dólar, el compañero en la chamba que gana más o el vecino que cambió de coche. Cuando estas situaciones se juntan y la gente bajoneada se identifica como tal, busca recuperar el orgullo perdido y carga para abajo, se va por los sectores más débiles o reducidos.
Los casos abundan y son variados, pueden ser; orientación sexual, distinto color de piel, mayor nivel de pobreza, en casos extremos distinto gusto por algún equipo deportivo y como muchos de nosotros lo sabemos puede ser la inactividad escolar o laboral.
Si ni estudia, ni trabaja, ¿qué hace?
Encontrarse sin trabajo o escuela lo deja a uno en una posición de debilidad, parece que al no tener nada que presumir te convierte en escoria.
Pero cada que te miren feo o digan algún comentario mala onda, solo piensa que están desahogando sus propias frustraciones, abrázalos y diles que todo estará bien. La pelea diaria por la chuleta es tal, que a todos los vuelven bestias en busca de su próxima presa.
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