México Mágico
- Mopet
- 22 sept 2015
- 2 Min. de lectura
¡México… lindo y querido!

País lleno de bonitos paisajes, clima chulo, gente bonita y muchas cosas buenas que podemos decir de esta nación. ¿Y qué tal nuestro gobierno? ¿Qué tal la violencia, la delincuencia, las desapariciones forzadas?
Nuestro país se encuentra en los primeros lugares con más violencia y muertes, sólo por detrás de países como Afganistán, Pakistán, Nigeria o Siria (recordando que estos se encuentran en situación de guerra o con conflictos continuos de terrorismo).
Pero; en México no hay guerra… ¿o sí?
La guerra contra el narcotráfico se declaraba en 2006 por el entonces “Presidente” Felipe Calderón, así se comenzó destapar el caño de suciedad que había desde años atrás de priismo cínico y pantallas políticas que pretendían hacer pequeño y ocultar el problema latente que existía.
Bueno ese discurso lo conocemos de hace bastantes años, vayamos al grano, y si entonces la guerra es contra el narcotráfico (situación continua desde 2006 a la fecha) ¿por qué desaparecer estudiantes?
Se cumple un año de la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero y sólo se dan respuestas vanas y sin argumentos, respuestas sin sentido y de película. Nuestro hermoso México Mágico, desaparece estudiantes por abracadabra, sin dejar rastro ni evidencias de posibles responsables.
Sabemos por nuestros amados medios de comunicación cómo sucedieron las cosas: el 26 de septiembre por la noche un “grupo armado” atacó 4 autobuses (lo sabido hasta hace un año), después supimos que: habían participado policías de Cocula e Iguala. Investigaciones de meses y meses por parte de las autoridades que pedían confianza en las mismas para resolver este caso. Un año después tenemos una verdad histórica, que fue desmentida hace pocos días por un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (el chido en Derechos Humanos), donde mencionaban que era imposible que los cuerpos de los normalistas habían sido quemados y arrojados a un basurero.
Hermoso México Mágico que juegas al olvido de crímenes y a la negación del involucramiento de agentes del Estado.
No son 43 desaparecidos, son 24 mil. Pero estos jóvenes hicieron que México se encendiera de furia e indignación, que volteara a ver feo al gobierno y comenzara a cuestionarlo. A un año, amigo NINI; sólo recordamos que necesitamos justicia y claridad ante estos hechos, amigo NINI; no nos podemos quedar a comer cereal, no éste día.
Recuerda: ¡NINI consiente se une al contingente!

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